IGLESIA Y ESCÁNDALO EN PAMPLONA. DE JOSEPHINE BAKER A ABEL AZCONA.
Estos días Pamplona salta a los noticieros nacionales, mientras los pirómanos agotan las existencias de las gasolineras para incendiar las redes sociales.
Como ya todo el mundo sabe, la exposición de Abel Azcona ha suscitado que el arzobispo convoque misas de reparación en las catedrales de Pamplona y Tudela, que se recen rosarios de desagravio en la misma exposición, que la asociación de abogados cristianos demande al autor, o que una petición en change.org sume a día de hoy 96.000 firmas exigiendo la retirada de la exposición.
Nada nuevo bajo la lluvia de Pamplona. Y por desgracia, mirar de reojo el retrovisor de la historia nos permite comprender los hechos actuales como algo coherente con la actitud inmutable de la Iglesia a lo largo de los siglos. Podríamos remontarnos a la época que fuera y la situación sería similar: sin irnos muy lejos, en 1753 el padre Calatayud advirtió que todo sainete, comedia, baile o entremés debía contar con la autorización del Vicario Eclesiástico.
Josephine Baker
Todo este revuelo me trajo de inmediato a la memoria lo sucedido el 8 de abril de 1930 cuando la mítica artista Josephine Baker actuó en el Coliseo Olimpia de Pamplona. La sociedad tradicionalista (que era mayoría) enarboló la bandera de la moralidad, mientras los medios conservadores acusaron el espectáculo de pornográfico y suscribieron delirantes editoriales: “ejecuta danzas lúbricas de salvajismo primitivo que excita los groseros instintos de la parte animal”, o “hacía ostentación de impudor cínico y desvergonzante que asombra al público con sus desnudeces, cuadros vivos de la más descarada y exitante impudibumdez”.
Se celebraron misas de desagravio, se convocó una manifestación y hubo gente dispuesta a quemar el Teatro, que recibió numerosas amenazas. La Asociación Católica de Pamplona acusó a las autoridades de permitir espectáculos indecentes, envió una carta de protesta al Ministro de la Gobernación y acordó no acudir durante un mes al teatro en señal de protesta.
http://www.youtube.com/watch?v=gnBP9xkx2-w
Tampoco se refiere al medievo sino a una época reciente el estudio de Alberto Cañada titulado La censura y la moral en el cine de la Pamplona de los años treinta, que nos permite entender los sucesos actuales… y de paso carcajearnos. Reproducimos algún extracto de las actas de la Junta de censura, compuesta por un sacerdote y dos civiles, quienes decidían qué parte del celuloide sufriría el rasgar de la tijera:
Autorizada la proyección de Entre sábado y domingo, “aligerando la escena en que los protagonistas aparecen echados en un sofá y se ven las manos de los dos entrelazadas” .
Autorizada la proyección de Éxtasis, “siempre que sea suprimida la escena de una yegua y un caballo, en que se fecundan las flores por ser éstas de una tendencia francamente lujuriosa” .
Autorizada la proyección de País de la miel, “suprimiendo una escena que se refiere a la cópula de las abejas” .
Autorizada la proyección de Abajo los hombres, “suprimiendo la escena en que un marinero va saliendo de los camarotes de las pasajeras viéndose perder energías por el exceso de goce”.
Rezo del rosario en la propia Sala de Exposiciones
Para terminar, quisiera expresar mi absoluto respeto hacia las personas con convicciones religiosas. Aunque eso sí, exclusiva y únicamente las de aquellas que de forma recíproca son escrupulosamente respetuosas con las demás creencias -o increencias-, opiniones y modos de vida. Por esta razón me gustaría que todos y todas aquellas que estos días ponen el grito en el cielo de San Pedro se alteren de igual modo condenando la misa en honor a Franco celebrada en San Fermín de los Navarros, repudien el papel de la Iglesia durante la guerra civil y los cuarenta años de dictadura, se querellen contra los abusos producidos a menores y mayores en el seno de la Iglesia, o defiendan con denuedo la igualdad de derechos de homosexuales, heterosexuales o pansexuales. La lista no termina aquí pero cada quien que la complete.
GUÍA DE PAMPLONA 
La Iglesia y sus miembros han realizado malas acciones pero generalizar siempre ha sido algo bastante simplista y pienso que la comparación que haces está fuera de lugar. El problema real de la exposición es que se ha realizado con formas consagradas y por tanto es un sacrilegio que un católico coherente (alguien que piensa que Dios está realmente ahí) debe reprender. Ni siquiera tiene que ver realmente con que los creyentes se sientan ofendidos, sino con la transustanciación, es decir, con esto que te acabo de decir. El tipo no es tonto, de hecho ha fingido que comulgaba (lo cual me parece una hipocresía, y creo que el arte de verdad no se sirve de estas artimañas, así que me parece bastante insulso que la gente critique que los creyentes «han robado» las formas, cuando el que en primera instancia lo ha hecho de manera sibilina es él) para conseguir sus fines. Porque sabe lo que significa esto para un católico, y sabe que ofende (porque si un católico quiere a Dios, es lo lógico). Entonces, teniendo esto en cuenta, ¿es necesario provocar y llamar la atención hasta la falta de respeto? ¿Por qué generalizar (como si la pederastia fuera patrimonio de la Iglesia) e incitar al odio en lugar de al diálogo, realizando un acto que además sabes que para millones de personas que en ningún momento le han ofendido (y que no tienen la culpa de la pederastia), es profanación? ¿Es eso la esencia del arte? Yo creo que solo es rabia, relativismo y querer ser el centro de atención (cosa que por otro lado va bastante en su línea…)
Por cierto, ya que has hablado de Iglesia, guerra civil y Franco, decirte que en cuanto a la Iglesia, como sabrás, no fueron los únicos que hicieron cosas mal, ni todos los creyentes fueron culpables de las cosas malas que se hicieron ni fue así todo el tiempo. Ni todo fue malo (como te quería transmitir antes, generalizar muchas veces no es precisamente la mejor opción). Y creo que la Iglesia no tiene que estar flagelándose toda la vida por sus errores, al igual que tú tampoco lo haces por los tuyos, supongo (¡ay, si normalmente fuéramos tan condescendientes con los fallos de los demás como lo somos con nosotros mismos, incluso cuando no debemos!). Te recomiendo leer esto (como mínimo) de principio a fin donde, entre otras cosas, se explica como la Iglesia no solo tardó en reconocer a Franco como dirigente por miedo a que su mandato acabara en fascismo o como que el Papa intentó interceder para que Franco liberara a presos del otro bando. http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/08/espana/1331216334.html
Ah, y nadie coherente quiere que haya abusos a menores, para nosotros es claramente una lacra, ni (no sé a qué le llamas igualdad, terreno en el que habría que matizar, por lo que voy a usar otro término) rechazo hacia colectivos con diferentes inclinaciones sexuales, de hecho este es un punto que está en la doctrina, que se puede leer perfectamente en internet, y de hecho se habla de acogerles. Otra cosa es que haya algún insensato de turno que en su incoherencia vital haga lo que no hay que hacer. Y te aseguro que la gente coherente lamenta tanto la profanación de Abel como todos los casos de injusticia, también los que no nombras.
Por último, (y cierro), creo que el respeto no debe ser solo para «exclusiva y únicamente las de aquellas personas de creencias religiosas que de forma recíproca son escrupulosamente respetuosas con las demás creencias -o increencias-, opiniones y modos de vida». Creo que el respeto debe ser para todo el mundo, incluso cuando alguien no es respetuoso. No solo para el que piense como yo quiera que piense (aunque sea en un sentido amplio, como el de gente que respeta en los términos que tú dices). De lo contrario creo que caemos en un «respeto» subjetivo y reduccionista, caprichoso. Para mí la expo de Abel no es respetuosa por cómo la ha hecho, esencialmente por el material utilizado y por cómo lo ha conseguido, es decir, engañando. ¿Debo yo prescindir de mi respeto hacia él? No, las ofensas no se contestan con ofensas (que creo que es lo que ha hecho él con su «obra», aunque quizás no lo vea así). Ni siquiera con el pensamiento de que el otro no merece respeto.
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Muy bien respondido, matizado y rebatido, lo digo en serio.
Me gustaria leer si fuera posible un texto de opinion con la misma contundencia o parecido sobre la misa en honor a Franco, a ver que explicacion tiene y si me puede hacer cambiar de opinion o poder verlo desde otra perspectiva.
Gracias.
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Hola, Yon, gracias por la lectura y tu comentario. No recuerdo haber leído ningún artículo al respecto, pero te puedo dar mi opinión en base a lo que creo y lo que sé. A mí no me parece en absoluto mal que se hagan misas por Franco o por quien sea, simplemente por lo que es una misa en sí. Cuando se realiza por alguien (salvo que sea un santo que se entiende que está en el Cielo, por lo que se le recuerda y se le pide intercesión) es para pedir por su alma para que vaya al cielo, y la Iglesia y sus creyentes quieren (o deberían querer) que todo el mundo lo consiga. Es deber de todos los cristianos rezar por esto, incluso por aquellos que nos han hecho daño o no nos caen del todo bien, tomando como ejemplo a Jesús en la cruz y su famosa oración:»Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». Además, me parece que es una forma también de reconocer que esa persona ha sido imperfecta, y por eso se le ofrece esa ayuda espiritual. Se entiende que esto es posible porque para los católicos además del cielo y el infierno, está el purgatorio, que es un «lugar» de paso, de prueba, de purificación, para gente que ni ha sido tan mala malísima ni tan buena como para ir directamente a alguno de los otros dos sitios (te dejo aquí información del tema por si te interesa http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p123a12_sp.html Si te digo la verdad en mi opinión, y solo mi opinión, ir al Infierno no es lo más común, porque supone un rechazo inmenso y consciente del bien, y la mayoría de la gente hace lo que puede y muchas veces actúa mal más por debilidad y por ignorancia que porque esté plenamente corrompida, además de que en muchas ocasiones se arrepiente, y por otro lado en la Iglesia católica se cree que la salvación es posible para el creyente de otra religión o incluso el no creyente, si actúa en conciencia y buscando la verdad, intentando hacer el bien, dándose el caso de que por algún motivo en este intento sincero de discernimiento, no consigue ver a Dios o sin culpa suya no le conoce). Por esta razón comprendo que se hagan misas con esta intención, como cuando se hacen por cualquier otra persona, bien sea porque alguien las pida o porque al sacerdote de turno le parezca oportuno. Ahora bien, lo que me parecería mal es que se utilizara la predicación para lanzar mensajes políticos o justificar acciones políticas/bélicas. Me parece que eso es un error y esta fuera de lugar y es el límite que no se debe sobrepasar. Por otro lado cogería con pinzas la información de ciertos medios cuyos periodistas carecen de la debida formación sobre religión y vinculan estas celebraciones con apoyo hacia el franquismo o la dictadura en sí.Yo me preocuparía en conocer primero las palabras de la fuente/la persona/parroquia (porque no es algo que realice toda la Iglesia, ni siquiera toda la Iglesia española) desde la que se va a realizar la misa, y sobre todo juzgaría en base a lo que ocurra dentro. Más o menos esto es lo que diría.
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En este caso ni el ovulo ni el espermatozoide tienen la culpa de la degeneración del embrión….
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Abel Azcona deja ya de hacer el gilipollas. Siempre queriendo ser el centro de atención. por favoooor para ya no nos gustas. Cualquier día termina su obra con el final obvio morir en escena. Hablarán de ti un rato y luego morirás para siempre sin haber hecho nada importante, sólo intentar ser el centro de atención.
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