Seguro que muchas y muchos al recorrer el meandro de Aranzadi habéis reparado con curiosidad en el hórreo que allí se encuentra. ¿Conocéis su pequeña historia?
En Navarra se conservan exactamente 22 hórreos, 15 de ellos en el Valle de Aezkoa, y algunos realmente hermosos como el Iracheta de estilo románico o el de Santa Fé de Epároz del siglo XV.
Foto de Koldo. https://zenezake.wordpress.com
Pero el de Aranzadi es el único existente en Pamplona. Lo mandó construir ya en la segunda mitad del siglo XX Eugenio Arraiza, el propietario de la sugestiva vivienda cercana al hórreo, casa de evocador nombre y que revela sus intenciones: Gure Ametsak (nuestros sueños).
El hórreo consistió en un regalo para su mujer, María Ángeles, que era asturiana y añoraba su tierra, por lo que para mitigar su morriña tuvo esta ocurrencia. Para que la sorpresa fuera total durante las obras se mantuvo siempre tapado y a ella le contaron que estaban construyendo un cobertizo, hasta que el día de su cumpleaños le condujo hasta el mismo, destapó la lona y le mostró el hórreo ante el asombro de ella… y la de todo paseante que lo descubre.